Lo prometido es deuda. Después del éxito alcanzado por nuestro primer número, que superó las cien visitas en tan solo una semana, no podíamos seguir otro camino que no fuera el de continuar con esta descabellada aventura. Y lo hacemos conscientes de la presión del refranero, que nos recuerda aquello de que «Nunca segundas partes fueron buenas». ¿Estaremos a la altura? No somos nosotros quienes debemos responder a la pregunta, pero sí podemos afirmar que esta primavera INTERCULTURART viene con ánimo de cuestionar lo establecido.
Los cuatro artículos que hoy tenemos el gusto de presentar comparten como denominador común el deseo de ir más allá, de arriesgar y de avanzar en la búsqueda del conocimiento. Objetivos que solo pueden ser alcanzados mediante el trabajo constante y el estudio crítico. La investigación de Hermione Jean Granger, que llevamos en portada, es la mejor muestra de ello –como también lo son los otros tres manuscritos enviados por la autora, que iremos publicando en los próximos años–. Bajo el título de Los tapices de la sala común: ¿una muestra de arte muggle en el corazón de la Casa Gryffindor?, Granger se adentra en uno de los mitos artísticos de Hogwarts, obteniendo sorprendentes resultados.
A continuación encontramos el reivindicativo texto de Sebastián el Cangrejo, La torre itifálica del palacio del rey Tritón: un tributo a la fertilidad masculina en el fondo de los mares, donde el crustáceo arremete contra las disparatadas teorías que han surgido en torno al famoso torreón. Le sigue el ensayo Arte efímero y escenografía regia en Naboo: a propósito de los funerales de la senadora Amidala, escrito por Su Alteza Real Apailana de Naboo, que opta por abandonar el enfoque con el que habitualmente se han estudiado las tradiciones de su pueblo, estableciendo un interesantísimo diálogo entre el arte, la historia y el contexto social del pequeño planeta. Por último, Radagast el Pardo nos invitará a la reflexión en La historiografía élfica a debate: apuntes sobre el uso incorrecto del término «eco-arquitectura». La polémica está servida.
Pero antes de conocer el trabajo de nuestros brillantes colaboradores, un par de avisos para navegantes. En primer lugar, informamos de que las autoridades de Rivendel han decidido prorrogar hasta final de mayo la exposición Los presentes de la dama de Lórien, que reseñábamos en nuestro primer número. Por otra parte, y aunque ya volveremos sobre el tema, nos complace anunciar nuestra firma de un convenio de colaboración con la Orden Jedi que nos permitirá celebrar a mediados del próximo verano las primeras jornadas de investigación científica El Arte y la Fuerza. Para concluir, solo queda recordar que en INTERCULTURART estamos a vuestra disposición para investigar sobre aquellos temas que os resulten más atractivos y que podéis contactar con nosotros a través del correo electrónico y de las redes sociales. En este sentido, aprovecho para confirmar a nuestra lectora Mary Ramos que Argus Flich ha respondido favorablemente a nuestra invitación para participar en el cuarto número de la revista aunque, por el momento, el tema de su investigación es todo un misterio.
The Norman Invader
Aprobado: 05/03/2015
Una de las lecciones más apreciadas por los alumnos de Estudios Muggles, asignatura impartida en la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería, es la tradicional clase práctica que recorre el castillo en busca de obras de arte muggle. Se trata de un itinerario cuidadosamente planificado a través de las principales corrientes artísticas europeas que, intencionadamente, siempre ha terminado junto a la entrada de la Torre de Gryffindor. Allí, mientras los miembros de la casa de Godric regresan a sus habitaciones, el resto de estudiantes puede alcanzar a ver la joya de la colección hogwartiana.
Conocida como La dama del unicornio, la serie de seis tapices que cubre los muros de la sala común está considerada como una de las tapicerías más importantes de toda la Edad Media. Su nombre viene de la repetida presencia de un enigmático personaje femenino y el citado equino. A su alrededor, un amplio repertorio de animales y motivos vegetales se entremezclan sobre un fondo mil-fleurs con más de treinta tonalidades diferentes entre las que predomina el rojo –que, junto con el león que siempre acompaña a la dama y el unicornio, supone una clara referencia a la casa fundada por Gryffindor–.
Supuestamente, la obra, que se conserva en un estado más que satisfactorio, habría permanecido reservada durante siglos a unos pocos privilegiados. Sin embargo, cuando visité París en las vacaciones del verano precedente a mi tercer curso en Hogwarts, me quedé atónita al descubrir que los mismos tapices presidían una de las estancias principales del Musée National du Moyen Âge. En cuanto comenzaron las clases, acudí a la biblioteca en busca de información pero regresé con más preguntas que respuestas. Los historiadores del Mundo Mágico –a excepción de la sorprendentemente reciente publicación de Luna Lovegood en El Quisquilloso– apenas han prestado atención a este conjunto de tapices. Hecho que se puede explicar tanto por el difícil acceso a la obra en cuestión como por la falta de interés de los magos en los trabajos de investigadores muggles sobre la tapicería del Musée de Cluny, que se considera una copia mágica de los tapices de Hogwarts –cuya manufactura muggle ha sido corroborada por los análisis técnicos realizados durante la presente investigación–.
Aunque no conservamos referencias al respecto, el estudio de la heráldica ha permitido identificar a la familia burguesa de los Le Viste como promotores de la obra. De ser válida esta interpretación, debemos considerar que, o bien los Le Viste fueron una estirpe de magos, o bien alguno de sus miembros poseyó las aptitudes mágicas suficientes como para ingresar en Hogwarts –en lugar de hacerlo en la Académie de magie de Beauxbâtons– y alcanzar una importante posición entre los miembros de Gryffindor, probablemente jefe o jefa de la casa.
Esta relación resulta fundamental para comprender la ubicación y la compleja iconografía de los tapices, que ha sido olvidada por los magos y malinterpretada por los muggles. Tradicionalmente se vienen identificando como una alegoría de los cinco sentidos. Pero, en tal caso, ¿por qué un sexto tapiz? Es evidente que esta lectura no encaja. En la supuesta representación del Gusto, un ave se posa sobre la mano izquierda de la dama que, al mismo tiempo, mantiene el contacto con el cáliz sustentado por una sirvienta. Esta escena ha sido analizada erróneamente por Lovegood en su citado artículo, ya que considera que el contenido del recipiente son Grageas Bertie Bott de Todos los Sabores, algo imposible si tenemos en cuenta que su inventor no nació hasta 1935. En cualquier caso, el contenido de la copa es lo menos relevante, pues la clave para descifrar el tapiz se encuentra en la actividad que desarrolla la dama: la enseñanza de Transformaciones –concretamente, el hechizo Vera Verto–. Llegados a este punto, la ausencia de varita se explica como fruto de la discreción que debieron mantener los Le Viste al encargar la obra a un gremio de artistas muggles.
Bajo esta nueva perspectiva no me fue difícil reconocer la verdadera temática de los tapices y comprendí que cada uno de ellos representa una de las asignaturas obligatorias que se imparten en Hogwarts –salvo Vuelo, que apenas tiene continuidad en el plan de estudios de la escuela–. Así, la Vista es, en realidad, una clase de Astronomía en la que el unicornio representa a la constelación Monoceros, la cual es observada por la dama a través del espejo, que alude inequívocamente a un telescopio. Por su parte, el Oído figura una clase de Encantamientos, ya que los primeros hechizos de esta disciplina siempre se aplican sobre objetos inertes, como el órgano portátil que está siendo hechizado por la dama, para que los alumnos no puedan resultar heridos –pues, como es bien sabido, una mala pronunciación de encantamientos tan sencillos como Wingardium Leviosa puede provocar grandes desastres, incluida la detonación del sujeto en cuestión–. En cuanto al Olfato, la escena aúna las actuales asignaturas de Pociones y Herbología, cuyos límites, como ya indicó Garius Comkink en el séptimo capítulo de su Historia de Hogwarts, aún no habían sido definidos, siendo propiciada su separación por el continuo desarrollo de nuevas pociones y la multiplicación de especies vegetales conocidas tras el Descubrimiento de América en 1492.
Si seguimos el sistema de ordenación definido por el número de veces que se repite el emblema de los Le Viste, los dos tapices restantes ocuparían los puestos tercero y cuarto de la serie, es decir, el centro de la misma. La serenidad, firmeza y actitud vigilante de la dama en el Tacto nos sitúan ante la Defensa Contra Las Artes Oscuras, uno de los pilares de la casa Gryffindor, mientras que el sexto tapiz, que nunca ha cuadrado, representaría el otro: su voluntad de enseñar la magia. Y es que la dama, según la costumbre medieval, está recogiendo del cofre un libro envuelto que, junto con la inscripción «A mon seule désir», presente en el pabellón del fondo, simbolizan respectivamente la Historia y la Magia.
Palabras clave:
Mundo Mágico, Hogwarts, Casa Gryffindor, Arte Textil, Iconografía de la Magia.
Recibido: 23/03/2015
Aprobado: 25/03/2015
RESUMEN
El palacio del rey Tritón en la ciudad de Atlántica está considerado como una de las maravillas de los siete mares. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, viene siendo más conocido por una de sus torres que por su radiante arquitectura. Erigida a la sombra de la inmensa aguja central, la torre itifálica ha sido objeto de burdas difamaciones que caminan entre la ignorancia y el más rancio puritanismo.
El presente artículo pretende dar a conocer la verdadera naturaleza de este espacio palatino, explicando en profundidad los motivos que plantearon su erección. En este sentido, resulta fundamental desmentir las absurdas leyendas sobre el proyecto, como el supuesto descuido de Horacio Thelonious Ignacious Crustáceos Sebastián –honorable compositor de la corte y consejero personal del soberano, que recibió el encargo de supervisar los planos– o la ridícula hipótesis que interpreta la forma fálica del torreón como fruto del enfado del jefe de obras al desviarse parte de sus honorarios al presupuesto del concierto en el que debía debutar la princesa Ariel, pues dicha cantidad fue insignificante.
Una vez aclarados estos asuntos, el autor pasa a definir el alzado de la torre como un intencionado homenaje al dios Posidón –padre de nuestro buen monarca–, basándose en su faceta de creador de los caballos y de otras especies animales que tradicionalmente se han asociado a la fertilidad masculina. Aspectos sobre los que se profundiza al tiempo que se elogia la potencia arquitectónica del edificio.
Palabras clave:
Mundo Animado, Atlántica, Rey Tritón, Arquitectura, Torres Itifálicas.
Recibido: 20/04/2015
Aprobado: 23/04/2015
RESUMEN
Naboo dejó de ser una monarquía hereditaria en el año 150 ABY. Sin embargo, la implantación de la democracia no supuso la alteración de los protocolos reales. Los nuevos monarcas electos adoptaron el ceremonial y la pompa de sus predecesores, forjando un sistema de gobierno único en la galaxia.
El cambio de régimen se produjo en el contexto de la cruenta guerra contra los Gungan que se saldó con la muerte del último miembro de la Casa Jafan y el final de la dinastía. La falta de un vencedor claro en el campo de batalla fue suplida con fastuosos desfiles que buscaban la unidad de un pueblo amante de las tradiciones en torno a su nuevo soberano. De este modo, la Casa Real mantuvo el uso de lujosos ropajes, las sucesivas ampliaciones del Palacio y la celebración de solemnes ceremonias en las que se engalanaban las calles con la instalación de arquitecturas efímeras, tapices y alumbrados.
La época dorada de estas ceremonias tuvo lugar durante el gobierno de la, primero reina y después senadora, Amidala, que logró la ansiada alianza con los Gungan y condujo al pequeño planeta a la primera línea de la política galáctica. El mayor exponente de su esplendor lo constituyeron sus honras fúnebres, para las que se construyó un elegante puente sobre el río Solleu que conducía a un inmenso catafalco de mármol coronado por una cúpula turquesa que, finalmente, se decidió no derribar para que quedase como testigo del último adiós de Naboo a la más grande de sus reinas.
Palabras clave:
Una Galaxia Muy Muy Lejana, Naboo, Padmé Amidala, Casa Real de Naboo, Arte efímero.
Una Galaxia Muy Muy Lejana, Naboo, Padmé Amidala, Casa Real de Naboo, Arte efímero.
Recibido: 28/04/2015
Aprobado: 29/04/2015
RESUMEN
La Historia del Arte es aún una disciplina joven entre humanos, hobbits y enanos. No obstante, los elfos la han cultivado desde los días de la Primera Edad. Es por ello que la mayoría de los investigadores actuales basa su estudios en la milenaria historiografía de la Gente Hermosa, sin llegar a cuestionar la idoneidad de sus planteamientos y perpetuando sus errores. Tal es el caso del abuso del término «eco-arquitectura» para referirse a las construcciones cuyos estilizados diseños asemejan formas vegetales.
Con este trabajo, y a partir de tres ejemplos ilustrativos, pretendo fomentar un amplio debate sobre la conveniencia de mantener el uso de dicho vocablo. En primer lugar, haré referencia al perjuicio que la perpetua luz blanquecina de Caras Galadhon ocasiona en los gigantescos árboles sobre los que se ubica la ciudad –habiendo sido necesario tratarlos mágicamente para evitar su prematura muerte–. A continuación, denunciaré el exterminio sistemático al que se ven sometidas las especies que no cumplen con los tiránicos cánones de belleza impuestos a la flora de Rivendel. Y, para finalizar, relataré los procesos de extinciones masivas que ocasionaron las faraónicas excavaciones llevadas a cabo por el rey Thranduil para crear sus, por otra parte magníficos, salones del Bosque Verde, que acabaron con especies enteras que hundían sus raíces las profundidades de aquellas montañas. Una vez desarrollados, estos argumentos legitimarán la necesaria revisión del concepto que tenemos de la arquitectura élfica o, en su defecto, de la propia naturaleza de la ecología.
Palabras clave:
Tierra Media, Cultura élfica, Historiografía, Arquitectura, Debate.
Tierra Media, Cultura élfica, Historiografía, Arquitectura, Debate.
Partida y regreso es el libro más leído de la Tierra Media, pero sus éxitos no se limitan al ámbito literario. Según un reciente estudio de la Asociación de Amigos del Senderismo de Gondor, el llamado «Camino de Bilbo» ha permanecido imbatible como la ruta con más peregrinos en los últimos cincuenta años. La Fundación Bolsón Cerrado lo sabe y ha anunciado la inminente publicación de Partida y regreso: la guía del arte. Una cuidada edición en la que llevan trabajando desde hace meses algunos de los historiadores del arte más prestigiosos de nuestro tiempo y que nos permitirá conocer en profundidad las maravillas de los pueblos que separan la Comarca de la Montaña Solitaria.
Las largas negociaciones entre Tarzán y el rey Louie han dado sus frutos. Desde el 1 de junio al 31 de agosto, la ciudad de los Bandar-log acogerá la muestra Una artista en las lianas: los dibujos de Jane Porter. La exposición, compuesta en su mayoría por retratos de la familia política de la autora, permitirá a los simios de la India conocer mejor la fisonomía y los aspectos socioculturales de sus parientes africanos. Con motivo de tan extraordinaria ocasión se ha conseguido el préstamo de Estudio de babuino joven, primer dibujo realizado por Jane tras su partida de Gran Bretaña. Lo cual constituye una oportunidad única, ya que la obra rara vez abandona la colección privada de su celoso retratado.
El Daño de Dumbledore ha sido hallado. El Ministerio de Magia acaba de confirmar que un grupo de arqueólogos e historiadores desenterraron la Piedra de la Resurrección a principios de semana. La pieza apareció por casualidad en el trascurso de las excavaciones llevadas a cabo en el Bosque Prohibido por los miembros del proyecto de investigación El origen de Hogwarts: arte y arquitectura en la época de los cuatro fundadores (c. 950-1050). La Oficina de Aurores se ha hecho cargo provisionalmente de su custodia entre la enorme polémica desatada en la comunidad mágica después de que El Profeta haya sacado a la luz la implicación de Harry Potter, actual Jefe de Aurores, en su última desaparición.
El sábado pasado quedé sobrecogida al leer los titulares de la prensa galáctica: «Vandalismo en Theed», «Un grupo de encapuchados derriba el monumento al exsenador Binks». Rápidamente me trasladé a Naboo para informar sobre el terreno, pero encontré una situación muy distinta a la narrada. En medio de un ambiente festivo, miles de ciudadanos participaban pacíficamente en la demolición de la aberrante efigie. «Lo hemos votado, fue el responsable del alzamiento del Imperio», señalaba un estudiante. Ya lo ven, el sensacionalismo se ha adueñado de la prensa. Pero estén tranquilos, mal que pueda pesarle a la flamante ganadora del EMC al Narciso del Año, Rita Skeeter seguirá informando.