Efectivamente. Deshonra sobre nosotros. Deshonra sobre nuestras vacas. Deshonra sobre nuestros ornitorrincos, gamusinos, y
deshonra extrema sobre nuestro papel higiénico del WC.
Fue en mayo cuando nuestra última entrada (ese
despropósito sin pies, cabeza ni ombligo que dimos en bautizar como El Manifiesto Erasmista) salió a la luz.
Fue a finales de junio cuando los últimos carteles de La Catarsis Erasmista fueron vilmente retirados de los muros de la
Facultad de Geografía e Historia, de los de Filología A, de Ciencias de la
Información, ¡y hasta del mismísimo Metro de Ciudad Universitaria!
¿Y qué hemos hecho desde entonces hasta ahora…? Yo
os diré lo que hemos hecho.
¡ESTO! ¡DEDICARNOS AL NOBLE ARTE DE RASCARNOS LA
BARRIGA!
De nada sirve
que nos escudemos tras el hecho de haber pasado el verano viajando de un lado
para otro. ¡Los verdaderos humanistas no descansan! ¡A los humanistas de verdad
les pierden las maletas en el aeropuerto y escriben un ensayo en tono mordaz
para denunciarlo! ¡Los humanistas inician un diálogo sobre la gestación del
estado moderno con cualquiera que se les ponga a tiro en una catedral! ¡Un
humanista genuino establece una Republica
Litterae allá donde vaya, ya sea en inglés, en francés, en suajili, en
esperanto, en klingon o en el idioma de las nutrias! ¡Mientras monta en avión,
un humanista redacta una carta a su mejor amigo quejándose de lo insulsos que
le resultan sus compañeros de viaje...!
...O al menos
eso era lo que nuestros queridos Erasmo de Rotterdam y Tomás Moro pretendían
que hiciéramos durante el periodo estival: cultivar nuestra grazia y nuestra sprezzatura, y convertirnos en individuos valiosos para la
sociedad. Pero como bien sabréis si sois lectores habituales de este pequeño
desvarío nuestro, los aquí presentes practicamos otro tipo de Humanismo. Y ese
sí que lo hemos cumplido a rajatabla:
- Hemos bebido mucha Guinness.
- Hemos hecho uso de bigotes y bombines en sesiones fotográficas de chichinabo.
- Hemos frito filetes a las 03:00 de la mañana.
- Hemos expandido los horizontes del vocabulario gañán por Irlanda.
- Hemos descubierto en APM? una fuente inagotable de cultura urbana y toneladas de estupidez nada desdeñables.
- Hemos maltratado nuestras maltrechas neuronas con grandes hits de la música absurda tales como Sucedió en Beckelar y Cosas que joden de Mamá Ladilla, o Lidl y Cojín de Engendro.
- Hemos coronado a Raphael como dueño y señor del panorama musical de todas las épocas habidas y por haber (su Disco de Uranio lo certifica).
- Hemos planeado múltiples entradas que algún día irán a parar aquí.
En resumen: hemos
propagado la stulticia allá por donde
hemos ido (con mayor o menor éxito).
No obstante, la
Catarsis Erasmista se enfrenta una
situación peliaguda: la dispersión de sus miembros. La Beata Beatrix ha huido a tierras venecianas, lo que trae consigo la
inauguración inminente de una nueva sección en el blog, ERASMO DE ERASMUS, la cual esperamos que haga las delicias de nuestros
(pobres) siete seguidores. Desde aquí le deseamos a la Beata una feliz estancia
en Italia: procura mantenerte alejada de los canales –que no te hayas caído aún
no significa que no vayas a hacerlo en un futuro próximo: tú lo sabes, nosotros
lo sabemos, y el gondolero de la esquina también lo sabe-, no te gastes todo el
dinero en máscaras de carnaval, y concéntrate en escribir muchas entradas para
la Catarsis mientras nosotros seguimos rascándonos la barriga, digo... dejándonos
los codos estudiando, digo... esperando con emoción tu regreso.
En lo que al Exarca de Rávena y a mi, 1215, respecta, comenzamos nuevo curso
de Historia del Arte en nuestra bien amada UCM. Con un poco de suerte, y si
nuestros profesores no nos matan de aburrimiento en las clases –lo cual es
altamente probable-, podremos seguir comunicándoos las últimas noticias sobre la
salsa rosa radioactiva de la cafetería, sobre los libros fantasma de la
biblioteca con fecha de vencimiento en septiembre de 1995, y sobre el tercer
piso de la facultad, cuyo acceso vía ascensor está clausurado, y donde
sospechamos que guardan a Fluffy protegiendo a nuestra particular “piedra
filosofal” (que bien podrían ser la fichas del alumnado –desaparecidas recientemente,
D.E.P.- o las bombillas de los cañones de diapositivas, que brillan por su
ausencia).
En cualquier
caso, hay Catarsis para rato.
De momento, y
para ir abriendo boca, os dejo con un par de plataformas que crearemos en
breve, con propuestas de alcance universal tales como:
- Plataforma para que Ramón García vuelva a presentar las Campanadas de Fin de Año.
- Plataforma para que el Que viva España de Manolo Escobar reemplace al actual himno de España.
- Plataforma para que Constantino Romero doble también las películas en versión original.
Hasta entonces,
¡sed buenos humanistas, que tenemos a Erasmo disgustado!
Ramón García returns! seeee!!
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